La Conquista y la colonización de la Nueva Granada fueron paralelas a la evangelización. Para esa evangelización las obras de pintura, escultura, orfebrería y otras artes fueron en un comienzo elementos de ayuda visual para la propagación de la fe. Apoyadas en el Concilio de Trento llegaron a convertirse en imágenes de culto y devoción en las que interesaba ante todo la eficacia y sinceridad religiosa para la evangelización. Con los conquistadores españoles, entraba el arte occidental .
Es en este panorama comprendido entre el siglo XVI y el XVIII en la Nueva Granada, en donde se desarrolla las manifestaciones de la historia de la pintura colombiana. Es una época caracterizada por la evangelización, los virreyes neogranadinos y la exploración pictórica sobre todo en los talleres.
La mayor parte de las pinturas del siglo XVI y comienzos del XVII que aún se conservan fueron elaboradas en Europa. Las primeras obras pictóricas de esta época se caracterizaron por el respeto a los patrones tradicionales. Pero más tarde se desarrolló una rápida libertad de expresión.
Durante el periodo colonial el pintor más sobresaliente fue Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos. Entre sus cuadros, inspirados todos en motivos religiosos, se destacan los que ilustran la vida de Santo Domingo. También figuraron Alonso de Narváez y Antonio Acero de la Cruz.
Sobresalieron como retratistas Gaspar de Figueroa y Joaquín Gutiérrez en el siglo XVIII
La pintura mural tuvo poco brillo en la Nueva Granada, a diferencia de otras colonias españolas en América. Son relativamente pocos los ejemplos de muralística del período colonial en Colombia, destacándose algunas iglesias y viviendas de los personajes principales, como la Casa del fundador de Tunja.
Los talleres
Un taller neogranadino se componía de un maestro pintor en ocasiones llamado oficial, quien dirigía el taller, conseguía los encargos, y se ocupaba de diseñar y crear las imágenes de los cuadros. Después de los pintores seguían los aprendices oficiales, de mayor experiencia y más tiempo con el maestro.
Los jóvenes aprendices , ingresaban entre los ocho y los doce años con el fin de aprender el oficio. Sus padres celebraban un contrato con el maestro, en el cual el joven quedaba bajo su tutela. Durante el tiempo de aprendizaje, el pintor se comprometía a darle sustento, ropa, alimentación y atención médica; a cambio el muchacho se obligaba a ejecutar todos los oficios ordenados, incluso aquellos ajenos a la pintura. Fueron famosos, él Taller de los Acero, su fundador fue Antonio Acero de la Cruz (1600-1667); fue el primer taller neogranadino, en el que no solamente se formaron su hijo Antonio Acero Céspedes, sino también algunos aprendices como Ochoa y otros. Taller de los Figueroa fundado por Gaspar de Figueroa formando los mejores artistas de la Nueva Granada entre los cuales figuraron su hijo, Baltasar Vargas de Figueroa y Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos. De los Figueroa los miembros más famosos fueron:
- Baltasar de Figueroa (el Viejo)
- Gaspar de Figueroa
- Baltasar Vargas de Figueroa
- Pedro José Figueroa
Baltasar de Figueroa, llamado el Viejo, fue un pintor del Reino de Nueva Granada, origen de una saga de artistas, a quien se ha identificado erróneamente con un homónimo pintor sevillano.
Baltasar Vargas de Figueroa (Santafé de Bogotá, 23 de abril de 1629 - id 19 de febrero de 1667) fue un pintor colonial.
Hijo del pintor neogranadino Gaspar de Figueroa y de Lorenza de Vargas, para diferenciarlo de su abuelo, Baltasar de Figueroa "el Viejo", se le conoce como Baltasar de Vargas Figueroa. Una vez firmó Baltasar Pérez de Figueroa, utilizando el segundo apellido materno, en un cuadro sobre el purgatorio (1662) con destino al convento de las carmelitas descalzas.
Hijo del pintor neogranadino Gaspar de Figueroa y de Lorenza de Vargas, para diferenciarlo de su abuelo, Baltasar de Figueroa "el Viejo", se le conoce como Baltasar de Vargas Figueroa. Una vez firmó Baltasar Pérez de Figueroa, utilizando el segundo apellido materno, en un cuadro sobre el purgatorio (1662) con destino al convento de las carmelitas descalzas.
Pedro José Figueroa (Bogotá, 1770-1838) fue un pintor colombiano, posiblemente descendiente de los pintores del taller de los Figueroa que figuraron en el arte neogranadino del siglo XVII.
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